Contar los orígenes de un plato tan reconocido como la pizza no es tarea fácil. Podemos decir que la historia de la pizza, inicia con la aceptación del tomate como un alimento en la dieta del ser humano. Sin embargo, sus verdaderos orígenes se pueden remontar muchos siglos atrás.
Cómo surgió la pizza
Se estima que el nacimiento de la pizza más básica tuvo lugar en Nápoles, Italia, y estaba elaborada a base de masa de pan, queso y salsa de tomate. Aunque su origen más primario, dejando a un lado el tomate, podría remontarse varios siglos atrás, tanto como al origen del mismo pan:
- Pueblos antiguos preparaban panes planos a las que añadían diversos ingredientes.
- Hacia el siglo XVIII, las poblaciones humildes se atrevieron a probar ese fruto rojo desconocido que había llegado a Italia, combinándolo en la preparación de aquellos panes planos.
Al añadir el nuevo ingrediente, se daba una evolución de las “pizzas blancas” que eran a base de esas masas con ajo, perejil y aceite de oliva. Ese sería el inicio de todo.
Las migraciones en Italia dieron lugar a la expansión del plato. Los napolitanos se encargaron de llevar las pizzas a otros rincones del planeta. Poco antes del estallido de la II Guerra Mundial la pizza pasaría a ser un plato nacional que trascendió las fronteras de la ciudad de Nápoles.
Lo que en un inicio habría sido el sustento de las personas más humildes, se convirtió en una preparación global en diversas presentaciones, con múltiples ingredientes y variedad de sabores. Así fue el inicio de lo que hoy conocemos como pizza.